Después de seis meses y medio sin que el atuendo de nuestra sagrada titular haya experimentado modificación alguna, recientemente, la venerada imagen de Nuestra Señora de la Soledad ha cambiado su vestimenta con motivo de la fiesta de la Presentación del Señor. Previsiblemente, la Santísima Virgen permanecerá así ataviada hasta la Cuaresma, por lo que la podremos contemplar de esta manera durante este primer tiempo ordinario del año litúrgico. Al igual que en otras ocasiones, su vestidor ha tenido a bien ceder el tejido con que ha elaborado el tocado de la bendita imagen.