Los pasados días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, tuvo lugar la solemne veneración que, anualmente, realiza la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad a su sagrada imagen titular, en la sede canónica de la propia corporación, además de la recogida de leche que, a propósito del acto mencionado, efectúa, cada año, a beneficio de la Casa de Acogida Madre del Redentor de Córdoba.
En esta ocasión, la Santísima Virgen estuvo expuesta a veneración de los fieles en el mismo lugar en que lo hiciera durante la pasada Semana Santa: en la nave de la epístola, concretamente donde se ubica la hornacina de san José. Al igual que entonces, la bendita imagen vertebraba un armonioso conjunto ―esta vez, considerablemente más sobrio que en el caso anterior―, erigido para mayor honra de la misma y de san José, su castísimo esposo ―en cuyo año jubilar nos encontramos―. En cuanto al atuendo de la bendita imagen, era, ahora, notablemente más austero que en dicha ocasión.
El lunes, 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, tuvieron lugar el rezo del santo rosario, a las siete de la tarde, y, media hora más tarde, la celebración de la santa misa por el alma de los fieles difuntos, especialmente por quienes pertenecieron a la propia corporación o fueron devotos de su venerada imagen titular: María Santísima de la Soledad.