domingo, 19 de mayo de 2013

DOMINGO. Solemnidad de PENTECOSTÉS

     

      Hay varios «Pentecostés» en la Biblia. Cronológicamente el primero es el que leemos hoy en el Evangelio (Juan 20, 19-23). El Domingo de Resurrección Jesús se hace presente a los discípulos, les saluda con paz y sopla sobre ellos: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y dicho esto exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo».

      El segundo es el que leemos en la 1ª lectura (Hechos 2, 1-11). Los miembros de la primera comunidad (los Doce, las mujeres que seguían a Jesús, María su madre y los "hermanos" de Jesús) quedan llenos del Viento de Dios, que les hace valerosos apóstoles, mensajeros de la Buena Noticia, continuadores de la obra de Jesús.

      Y el tercero aparece en Hechos 10, 44, cuando Pedro bautiza a los primeros paganos y «cayó sobre ellos el Espíritu Santo», como demostración de que el Espíritu Santo no es propiedad de un pueblo elegido, sino para todo el mundo. Y de esto habla Pablo en la 2ª lectura (1 Corintios 12, 3b-7. 12-13). Es el Espíritu de Jesús lo que hace a la Iglesia un solo cuerpo: hay en ella diversidad de razas, de culturas, de funciones, de carismas, pero es un solo cuerpo, animado por el mismo Espíritu de Jesús.