domingo, 2 de febrero de 2014
DOMINGO. Fiesta de la PRESENTACIÓN del Señor
Cuarenta días después de Navidad, Jesús fue llevado al Templo por María y José, y lo que pudo aparecer como cumplimiento de la ley mosaica se convirtió, en realidad, en su encuentro con el pueblo creyente y gozoso. Se manifestó, así, como luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo.
Malaquías profetizó que el mensajero, el Mesías, entraría al templo (1ª lectura: Malaquías 3, 1-4). María y José cumplen la Ley de Moisés y presentan a Jesús y ofrecen los dones prescritos. Simón y Ana reconocen al que entra en el templo y bendicen al Señor (Evangelio: Lucas 2, 22-40). Jesús participó de nuestra propia carne y sangre para expiar los pecados del pueblo (2ª lectura: Hebreos 2, 14-18).