miércoles, 24 de diciembre de 2014

«NACE LA ALEGRÍA...»

 
Nace la alegría, nace la paz y la esperanza, nace el amor, la fe y la caridad; la vida naciente en el seno de una familia es lo más importante en este tiempo, lo ha de ser siempre porque es un valor sustentante de una sociedad conformada, es toda una lección de amor para nosotros. La sagrada Familia se conforma porque ha sabido esperar, el Niño Jesús ha salido a su encuentro y María y José lo han sabido acoger. Nace Jesucristo, celebramos ese hecho, no cualquier otro, sino ese; pero el nacimiento del Mesías es especial al tratarse del bendito que viene en nombre del Señor: a Él le ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación a pesar de que Él sea el que lo constituya, porque es a Él a quien tenemos que buscar en nosotros, fuera y dentro, en el prójimo y en cada uno, en nosotros mismos; salir al encuentro es acoger, ofrecer, recibir, dar, saber y poder, querer hacer lo mejor, lo bueno, teniendo para ello en cuenta los valores y virtudes que representa, poniéndolos en práctica según su ejemplo.
Vivir a su estilo, para eso nace hoy, es el mensaje de amor que lanza al mundo para que cada cual lo lance y haga suyo, propio, común y compartido, y no quede nadie sin saberlo y hacerlo, empezando por nuestra propia obra; la obra que sale del corazón, mediante el cual hemos conocido el espíritu de Jesucristo, porque su corazón lo hemos sentido, lo hemos vivido y experimentado, porque de él emana su obra, la nuestra consiguiente si seguimos de cerca su ejemplo, vamos de su mano, porque nace en nuestro ser mismo; es el espíritu que nos lleva a ser constructores del Reino desde este instante, aquí, ganando en dignidad para con nosotros mismos; si somos seres valiosos sepamos tomar la paz, esa que nos presenta Él, Príncipe de la Paz, y hagámosla verdad hoy. Él ya ha empezado, construyamos, hagamos, teniendo en cuenta: amor, paz, solidaridad… Las palabras bastan, las obras empiezan su camino, el de Jesús; ¡tomémoslo!, ¡seamos valientes y estemos a la altura, porque Él lo ha estado y está!
Nace para que salgamos a su encuentro, como niños, vayamos de su mano, nos acerquemos, lo busquemos y encontremos, y descubramos el valor del regalo más preciado que nos ha concedido: la vida; su mensaje es valioso, actual, vigente, merece ser recibido, acogido y realizado, porque vale más que nunca hoy. ¡Feliz Navidad y próspero año 2015!
Jesús Cuevas Salguero