domingo, 30 de noviembre de 2014

DOMINGO 1º de Adviento


      El Adviento enlaza su mensaje con los que recibimos en los últimos domingos: «Vigilad, estad atentos»; y con una alusión a la parábola de los talentos (Evangelio: Marcos 13, 33-37). Pero se puede entender mal, parece decir «viene el Señor, ¡qué miedo!». Esto sería olvidar que el Adviento es para preparar la Navidad y que el Señor que viene dentro de cuatro semanas es Jesús. ¿Hay que tenerle miedo o esperarlo con alegría? Pablo nos da la buena dirección: «Por él (Jesús) habéis sido enriquecidos con todo... de hecho no carecéis de ningún don... Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo Jesús, ¡y Él es fiel!» (2ª lectura: 1 Corintios 1, 3-9). Isaías también manda el mensaje de esperanza y confianza en Dios: «Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es nuestro redentor... nosotros la arcilla, tú el alfarero» (1ª lectura: Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7). ¿Quién nos quiere robar la alegría del Adviento? El Dios de Jesús ¿es temible?

      Se abren semanas de espera y esperanza ilusionada. Estad atentos, que nadie os engañe; estamos preparando el suceso más feliz de toda la historia de la humanidad.