jueves, 28 de marzo de 2013

JUEVES SANTO. Cena del Señor


      La 1ª lectura (Éxodo 12, 1-8. 11-14) trata sobre las prescripciones de la cena pascual, la noche previa al Éxodo (manifestación del poder salvador de Dios hacia su pueblo). Jesús cumple esas prescripciones, pero les da plenitud de significado.

      En el Evangelio (Juan 13, 1-15) Jesús nos muestra cómo es la atención de Dios a los suyos: Él mismo se hace esclavo por salvarnos. Y cómo debemos ser sus seguidores, puestos siempre a los pies de todos... hasta la muerte. Eso es lo que celebramos en la Eucaristía, la Cena del Señor, comulgando con Él. Y eso es lo que cuenta Pablo en la 2ª lectura (1 Corintios 11, 23-26): cómo se celebra la Cena del Señor en Corinto, hacia el año 50, unos veinte años después de que hubiera tenido lugar la primera Cena del Señor. Es un documento estremecedor que nos pone en contacto con nuestras raíces, aquellas primeras comunidades que son el segundo eslabón de nuestra cadena que nos conecta con Jesús.

      Nosotros, la Iglesia, somos, por ahora, el último eslabón, pero estamos bien enganchados a Jesús por toda la Iglesia que nos ha comunicado la Buena Noticia y nos ha transmitido la celebración de la Cena del Señor.