viernes, 1 de marzo de 2013

Queda vacante la Sede de Pedro; S.S. Benedicto XVI ha hecho efectiva su renuncia

Desde esta misma tarde a las 20:00 H., Benedicto XVI, que ya es Papa Emérito ha dado por concluido su pontificado al frente de la Iglesia Católica, no obstante seguirá sirviendo a Ella mediante la oración y la meditación.


      La Iglesia, este jueves 28 de febrero de 2013, ha vivido un acontecimiento histórico e insólito como ha sido la despedida del Papa de la Santa Sede en Roma y su viaje hasta Castel Gandolfo, en donde permanecerá dos meses; haciendo de esta manera, el Sumo Pontífice efectiva su renuncia al papado, que hace ya días, el 11 de febrero, presentó antes los cardenales.

      Sin duda, han sido días de expectación y cariño en torno a la figura del Papa. Días, en los que a los cristianos católicos se nos han venido a la cabeza imágenes que conservamos en nuestra mente de los casi ocho años de pontificado de Benedicto XVI, que comenzaba allá por el año 2005; recuerdos de aquellos sucesos importantes que han marcado la vida del que fuera Cardenal Joseph Ratzinger, así como la de todos nosotros, sobre todo la los más jóvenes, ya que ha sido el Papa con el hemos crecido y nos hemos ido formando; nos han aflorado recuerdos de aquella ya lejana visita a España con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia en julio de 2006, de la visita del Santo Padre a Santiago de Compostela como peregrino en el Año Santo Jacobeo 2010, así como a Barcelona para la consagración de la Sagrada Familia, y como no, la más cercana en el tiempo: la visita de Benedicto XVI a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid en agosto de 2011, en la que ya mostró la enorme humildad y cercanía que posee, resistiendo «contra viento y marea» en Cuatro Vientos.

      Precisamente, de nuevo ha mostrado esa cercanía, esa humildad y esa libertad de la que dispone, y que junto a Cristo, en la oración, en el recogimiento, en la meditación, en la conversión con ese Dios que se ha hecho Hombre por todos nosotros, le ha permitido tomar la decisión que hace ya diecisiete días anunció.

      Benedicto XVI, ha dejado de ser el Supremo Pastor de la Iglesia del Señor, aún así, ahora es Papa Emérito y también Obispo Emérito de Roma.

      El que ha sido Sucesor de Pedro  ha traído abundantes gracias del Señor a toda la Iglesia Católica, y muy especialmente a nuestra Diócesis de Córdoba, para el Papa «la Diócesis de San Juan de Ávila»; así ha declarado a este santo, por el cual siente gran admiración, Doctor de la Iglesia Universal en reconocimiento a la profunda doctrina de este santo maestro; proceso que ha sido promovido durante mucho tiempo por el propio Papa, y el cual lo veíamos hecho realidad el pasado 7 de octubre en la apertura del Año de la Fe, también convocado por S.S. Benedicto XVI, y en el cual nos encontramos inmersos. Asimismo en nuestra diócesis se vive un año especial, el Año Jubilar de San Juan de Ávila, cuya iglesia donde se veneran sus restos, fue declarada como Basílica Menor Pontificia por el Papa. Es el Papa Benedicto XVI, siempre con la intercesión y consejo del Nuestro Señor Jesucristo, el que en definitiva ha concedido a Córdoba un Doctor de la Iglesia, un Año Jubilar en su honor y una Basílica Pontificia también en su honor, siendo ésta la segunda de las dos que actualmente existen en nuestra diócesis. Es por ello, tal y como nos lo recomienda el Obispo, Mons. Demetrio Fernández González, que en nuestras oraciones debemos dar gracias a Dios por el pontificado del Papa Benedicto XVI, orando agradecidos por quien ha sido nuestro Padre y Pastor a lo largo de casi ocho años; además, el Obispo ruega que en todas las parroquias, capillas y oratorios de nuestra diócesis se celebre la Eucaristía con estas intenciones.

      Recemos al Señor y a su bendita Madre, María de la Soledad, con el espíritu de arrepentimiento y renovación que debemos intensificar en la Cuaresma, y dediquemos nuestras oraciones y plegarias al Papa Emérito y a la labor, que mediante la oración en retiro, seguirá desempeñando en favor de todos nosotros: la Iglesia del Señor, la cual ha presidido hasta hace unas horas. Intensifiquemos también la oración para que el Espíritu Santo ilumine a los que tienen la responsable tarea de elegir al nuevo Pontífice, Vicario de Cristo; para que Éste continúe la labor de Benedicto XVI como representante de Cristo en la Tierra.

      Oremos en definitiva por todos nosotros, por nuestra Madre, la Iglesia; cuya barca guía Cristo y su bendita Madre, que como Estrella de la nueva evangelización, nos conduce con su Luz por el Camino de Dios.

José Antonio Cuevas Salguero 28/02/2013